MADRID, 10 Nov. 08 / 06:58 am (ACI).- La autora del libro "Yo aborté", Esperanza Puente, denunció en reciente rueda de prensa que las clínicas abortivas en España no tienen humanidad, tratan a las mujeres como simples "clientes" y consideran a los bebés que exterminan como si fueran un "trozo de vesícula" o un "montón de células".
Según informó el Diario El Día, en rueda de prensa Puente contó que la clínica abortiva a la que acudió, cuando cometió el error de abortar, es un ejemplo de que en este tipo de lugares "no hay humanidad. La relación entre los médicos y ‘los clientes’ es fría. Todos consideran que las mujeres que acuden allí van a consumir un servicio por el que pagan".
Puente afirmó además que "en la sala de espera las mujeres lloramos sin lágrimas y gritamos sin voz" y apuntó que "el protocolo es que las mujeres no vean las ecografías del bebé, considerado como un ‘conjunto de células’, o un trozo de vesícula, como dijo un médico de Madrid a una chica hace unos días".
Asimismo, aseguró que en su caso como en el de muchos otros "el psicólogo tampoco cumple la legislación, porque no es un especialista ajeno al centro, sino implicado y sólo quiere que la mujer firme el consentimiento informado cuanto antes, pero no informa de las secuelas que tendrá la madre y durante toda la vida".
Puente, que se encuentra en Tenerife para presentar la plataforma Red Madre de la cual ella es portavoz, recordó con crudeza uno de los momentos más duros que vivió cuando "la enfermera se olvidó los restos de mi hijo a mi lado" y denunció "el negocio lucrativo de la eliminación de fetos, que se usan en cosmética".
Puente también cuestionó "si la nueva legislación, que se está elaborando, contempla la información completa a la mujer de las secuelas que sufren tras un aborto".
Según informó el Diario El Día, en rueda de prensa Puente contó que la clínica abortiva a la que acudió, cuando cometió el error de abortar, es un ejemplo de que en este tipo de lugares "no hay humanidad. La relación entre los médicos y ‘los clientes’ es fría. Todos consideran que las mujeres que acuden allí van a consumir un servicio por el que pagan".
Puente afirmó además que "en la sala de espera las mujeres lloramos sin lágrimas y gritamos sin voz" y apuntó que "el protocolo es que las mujeres no vean las ecografías del bebé, considerado como un ‘conjunto de células’, o un trozo de vesícula, como dijo un médico de Madrid a una chica hace unos días".
Asimismo, aseguró que en su caso como en el de muchos otros "el psicólogo tampoco cumple la legislación, porque no es un especialista ajeno al centro, sino implicado y sólo quiere que la mujer firme el consentimiento informado cuanto antes, pero no informa de las secuelas que tendrá la madre y durante toda la vida".
Puente, que se encuentra en Tenerife para presentar la plataforma Red Madre de la cual ella es portavoz, recordó con crudeza uno de los momentos más duros que vivió cuando "la enfermera se olvidó los restos de mi hijo a mi lado" y denunció "el negocio lucrativo de la eliminación de fetos, que se usan en cosmética".
Puente también cuestionó "si la nueva legislación, que se está elaborando, contempla la información completa a la mujer de las secuelas que sufren tras un aborto".
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