MADRID, 26 Nov. 08 / 06:26 am (ACI).- Al participar en el Congreso "Católicos y Vida Pública", Mercedes Aroz, la ex senadora que hace un año anunció su conversión al Catolicismo y abandonó el Partido Socialista de Cataluña –del cuál fue una de las fundadoras–, abogó por la abolición del aborto en España para que progresen realmente los derechos humanos en el país.
Aroz, que en las elecciones generales de 2004 fue la senadora elegida con más votos en la provincia de Barcelona, ofreció una intensa ponencia en la que denunció que "la sociedad española es hoy una sociedad secularizada de forma similar al resto de la Europa Occidental en la que Dios ya no es el referente global con el que todo se articula". "Esta pérdida de referencias ha conducido a una crisis de valores morales, a una pérdida de orientación personal y al malestar cultural existente", explicó.
Sin embargo, admitió que "el catolicismo sigue siendo relativamente mayoritario y subsiste la cultura de trasfondo católico. Hay, por tanto, condiciones favorables para que de nuevo germine el cristianismo".
En este contexto, planteó "hacer avanzar en la sociedad española una posición mayoritaria favorable a la abolición del aborto, como hoy existe respecto a la abolición de la pena de muerte en el mundo, abolida en España en 1983".
"Hay que plantear la abolición del aborto como lo que es: un objetivo progresista, de avance de la civilización, pues el reconocimiento jurídico de los derechos humanos y su ampliación es fruto del progreso del ser humano en la comprensión de su realidad y de su dignidad como persona", agregó.
"De la misma manera que frente a los argumentos a favor de la pena de muerte en graves delitos prevaleció el respeto al derecho a la vida, hay que lograr que este derecho del hombre sea reconocido desde su concepción y hasta su muerte. Este objetivo ha de ir acompañado de una mayor protección a la maternidad y de la prevención del embarazo adolescente mediante la formación", sugirió.
Aroz, que en las elecciones generales de 2004 fue la senadora elegida con más votos en la provincia de Barcelona, ofreció una intensa ponencia en la que denunció que "la sociedad española es hoy una sociedad secularizada de forma similar al resto de la Europa Occidental en la que Dios ya no es el referente global con el que todo se articula". "Esta pérdida de referencias ha conducido a una crisis de valores morales, a una pérdida de orientación personal y al malestar cultural existente", explicó.
Sin embargo, admitió que "el catolicismo sigue siendo relativamente mayoritario y subsiste la cultura de trasfondo católico. Hay, por tanto, condiciones favorables para que de nuevo germine el cristianismo".
En este contexto, planteó "hacer avanzar en la sociedad española una posición mayoritaria favorable a la abolición del aborto, como hoy existe respecto a la abolición de la pena de muerte en el mundo, abolida en España en 1983".
"Hay que plantear la abolición del aborto como lo que es: un objetivo progresista, de avance de la civilización, pues el reconocimiento jurídico de los derechos humanos y su ampliación es fruto del progreso del ser humano en la comprensión de su realidad y de su dignidad como persona", agregó.
"De la misma manera que frente a los argumentos a favor de la pena de muerte en graves delitos prevaleció el respeto al derecho a la vida, hay que lograr que este derecho del hombre sea reconocido desde su concepción y hasta su muerte. Este objetivo ha de ir acompañado de una mayor protección a la maternidad y de la prevención del embarazo adolescente mediante la formación", sugirió.
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