SANTIAGO, 02 Dic. 08 / 12:54 pm (ACI).- El Vicario Episcopal para la Familia, P. Marcos Burzawa, afirmó que las madres embarazadas "están llamadas a testificar el significado del amor auténtico de Dios"; también las invitó a profundizar en el misterio de la vida donado por Dios.
"La maternidad conlleva una comunión especial con el misterio de la vida que madura en el seno de la mujer, porque todos los concebidos somos frutos benditos de Dios, ya que Él nos ha dado la existencia en el seno materno", expresó el sacerdote durante una Misa celebrada en la Catedral Metropolitana, en la que también bendijo a más de treinta madres gestantes.
El P. Burzawa recordó a los fieles que la vida humana es sagrada por ser un don de Dios. "Sólo Dios es el Señor de la vida desde su comienzo hasta su término natural. Por esta razón debemos considerar la vida como un don y un bien que siempre hay que defender, promover, cuidar, respetar y amar", señaló.
En ese sentido, agradeció a Dios por las madres embarazadas, pues "ustedes optaron y siguen optando por la vida, recordándonos a todos que somos y queremos ser la Iglesia de la Vida, la cual es nuestra vocación".
Al referirse al tiempo de Adviento, el sacerdote explicó que en él, "la Iglesia celebra la Eucaristía por y con las mujeres embarazadas, invitándonos a profundizar en el misterio de la vida, porque Dios ha salido a nuestro encuentro dignificando nuestra vida humana".
"Durante el Adviento contemplamos la imagen de la Virgen María que alegremente espera el nacimiento de su hijo. La Virgen María es nuestra estrella que nos guía por los caminos de la verdadera felicidad. Que ella sea un ejemplo para que todas lasmujeres valoren y agradezcan su vocación a la maternidad y promuevan el cambio cultural a favor de la vida", expresó.
"La maternidad conlleva una comunión especial con el misterio de la vida que madura en el seno de la mujer, porque todos los concebidos somos frutos benditos de Dios, ya que Él nos ha dado la existencia en el seno materno", expresó el sacerdote durante una Misa celebrada en la Catedral Metropolitana, en la que también bendijo a más de treinta madres gestantes.
El P. Burzawa recordó a los fieles que la vida humana es sagrada por ser un don de Dios. "Sólo Dios es el Señor de la vida desde su comienzo hasta su término natural. Por esta razón debemos considerar la vida como un don y un bien que siempre hay que defender, promover, cuidar, respetar y amar", señaló.
En ese sentido, agradeció a Dios por las madres embarazadas, pues "ustedes optaron y siguen optando por la vida, recordándonos a todos que somos y queremos ser la Iglesia de la Vida, la cual es nuestra vocación".
Al referirse al tiempo de Adviento, el sacerdote explicó que en él, "la Iglesia celebra la Eucaristía por y con las mujeres embarazadas, invitándonos a profundizar en el misterio de la vida, porque Dios ha salido a nuestro encuentro dignificando nuestra vida humana".
"Durante el Adviento contemplamos la imagen de la Virgen María que alegremente espera el nacimiento de su hijo. La Virgen María es nuestra estrella que nos guía por los caminos de la verdadera felicidad. Que ella sea un ejemplo para que todas lasmujeres valoren y agradezcan su vocación a la maternidad y promuevan el cambio cultural a favor de la vida", expresó.
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