MADRID, 09 Sep. 08 / 12:06 pm (ACI).- El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Cardenal Antonio Cañizares, hizo un enérgico llamado a defender la vida de los no nacidos y la familia basada en el matrimonio natural, compuesto por un hombre y una mujer.
En su homilía de la Misa por la festividad de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Extremadura, que ha celebrado en el Real Monasterio de Guadalupe (Cáceres), el Purpurado pidió a la Madre de Dios por "los inocentes no nacidos y eliminados en el seno de sus madres" y la defensa del fundamento de la familia, basado en el "matrimonio indisoluble entre hombres y mujeres".
"Pon tus ojos de madre en los que se abren a la vida y reclaman un futuro, en los inocentes no nacidos y eliminados en el seno de sus madres, en los seres humanos ya concebidos sometidos a manipulación, instrumentalización y muerte en los laboratorios", dijo el Cardenal.
Seguidamente precisó que los derechos fundamentales del hombre, como el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, "no son fruto de mayorías parlamentarias, ni de los consensos políticos, ni de los estadios culturales".
"Que todos sin excepción promovamos y fortalezcamos la familia para ir más allá de lo que con frecuencia se va en el debate social y público, y superar y renovar la cultura dominante por fortísimos poderes mediáticos, a veces tan en contra de la verdad y las exigencias verdaderas de la familia", alentó.
Tras explicar que la Iglesia tiene que defender a la familia, precisó que el fundamento de ésta es "el matrimonio único e indisoluble entre un hombre y una mujer, basado en el amor y abierto a la vida".
En su homilía de la Misa por la festividad de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Extremadura, que ha celebrado en el Real Monasterio de Guadalupe (Cáceres), el Purpurado pidió a la Madre de Dios por "los inocentes no nacidos y eliminados en el seno de sus madres" y la defensa del fundamento de la familia, basado en el "matrimonio indisoluble entre hombres y mujeres".
"Pon tus ojos de madre en los que se abren a la vida y reclaman un futuro, en los inocentes no nacidos y eliminados en el seno de sus madres, en los seres humanos ya concebidos sometidos a manipulación, instrumentalización y muerte en los laboratorios", dijo el Cardenal.
Seguidamente precisó que los derechos fundamentales del hombre, como el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, "no son fruto de mayorías parlamentarias, ni de los consensos políticos, ni de los estadios culturales".
"Que todos sin excepción promovamos y fortalezcamos la familia para ir más allá de lo que con frecuencia se va en el debate social y público, y superar y renovar la cultura dominante por fortísimos poderes mediáticos, a veces tan en contra de la verdad y las exigencias verdaderas de la familia", alentó.
Tras explicar que la Iglesia tiene que defender a la familia, precisó que el fundamento de ésta es "el matrimonio único e indisoluble entre un hombre y una mujer, basado en el amor y abierto a la vida".
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