miércoles, 10 de septiembre de 2008

Para el Mensaje Pro-Vida.....la calle es nuestro mejor medio de comunicación




Por el Revdo. Padre Frank A. PavoneDirector Nacional Sacerdotes Pro-Vida
No es posible defender el aborto. Sigue existiendo a base de mentiras y amparado en el silencio de quienes saben la verdad. Una vez que el aborto se consolida en la política nacional, los pro-abortos se benefician acallando futuros debates públicos sobre este tema. Si ya tienen lo que quieren, ¿Por qué arriesgarse a perderlo permitiendo que el pueblo se entere de la verdad sobre la posición pro-vida? ¿Para qué combatir los argumentos pro-vida? ¡Basta con impedir que se escuchen! ¿Por qué tan siquiera hacer preguntas sobre el aborto? ¡Hay que mantener el status quo!
De hecho, vemos que el mensaje pro-vida se excluye en los medios de comunicaciones, en las instituciones educativas, y en el gobierno. Y los pro-abortos están aún menos dispuestos a entrar en debates con los partidarios pro-vida.
Entonces, ¿cómo, podrá el público enterarse de la verdad sobre el aborto? Por cierto, deben activarse las iglesias. Hay muchas iglesias que deben ser arrancadas del silencio sobre el aborto. Aunque se hacen esfuerzos en este sentido, es muy necesario llegar al público ahora. Por otra parte, también hay que llegar a quienes nunca van a la iglesia.
¿Qué otra avenida se abre para que los partidarios pro-vida puedan llevar la verdad al público en general, y que puedan hacerlo de inmediato? Esta avenida es la calle. A través de nuestra historia las calles han sido el foro en el que grandes y chicos, ricos y pobres podían hacer llegar su mensaje a los demás. De hecho ningún movimiento social de importancia ha tenido éxito en cuanto a efectuar cambios en nuestra patria, para bien o para mal, sin salir a la calle. Aunque pudiéramos disponer de otras formas más fáciles para llegar al público, las calles seguirían teniendo un valor y una efectividad insustituibles.
Los partidarios pro-vida deben salir a las calles por varias razones.
1 Las calles nos permiten llevar nuestro mensaje directamente al público, sin pasar por el gobierno, los medios de comunicación, y todos aquellos que en las instituciones tratan de silenciar el mensaje pro-vida. Quienes andan por las calles o conducen sus autos no han ido a oírnos, están atendiendo sus labores diarias. Se puede alcanzar todo un corte transversal del público. Nos presentamos a las personas en el lugar en que se encuentran, y les impedimos que nos ignoren. Esto contrarresta los esfuerzos de quienes tratan de privatizar el Evangelio, y confinar el mensaje pro-vida y Cristiano únicamente a nuestros hogares e iglesias. El mensaje de vida es la verdad, no sólo en nuestros hogares e iglesias, sino también en todas partes, incluyendo las calles y lugares públicos.


2 En el aborto existe una doble tragedia. La primera tragedia es que ocurre. La segunda tragedia es que mientras está ocurriendo, la vida para otros muchos sigue "sin novedad. El aborto se convierte en parte del paisaje, se esconde en la escena y se considera una parte normal del funcionamiento ordenado de la sociedad. Todo está en paz, las calles están tranquilas, y al parecer "todo marcha bien".
Pero no todo marcha bien si se está dando muerte a los bebés. La apariencia de paz y orden en la sociedad son superficiales e ilusorias, ya que dicha paz y orden se destruyen por el aborto tras las puertas cerradas. Son falsas la paz y el orden que ocultan esta injusticia.
Saliendo a las calles declaramos que no todo está bien, que la vida no puede seguir "como si nada" mientras se da muerte a miles de bebés al día. Quienes apoyan la matanza nos dicen: "¡déjennos en paz!" Sin embargo, al hacer esto se está apoyando una paz falsa. "¡Paz, paz! dicen ellos, aunque no hay paz" (Jer. 6:14). Es esta la paz que Nuestro Señor condenó cuando dijo: "¿Pensáis que he venido a traer la paz al mundo? No, en verdad. Todo lo contrario, he venido a traer discordia" (Lucas 12:51). Nuestra presencia en las calles proclama que no estamos en paz con el aborto. Es una llamada para que los buenos se aparten de esta maldad. Es el rechazo de una tranquilidad injusta.


3 Saliendo a las calles siempre ganamos. Estén o no de acuerdo con nosotros las personas, si nuestra presencia los convence o no, los obligamos a enfrentarse con la realidad del aborto. Llamamos su atención al aborto, gústeles o no. Y es así cómo ganamos. Si el público no se enfrenta al aborto, nunca terminará. Si las personas no se ven obligadas a reconsiderar su posición sobre el aborto, seguirán en la ignorancia ("No sé") y en la negación ("No quiero saber"), y el aborto seguirá sin oposición. Sin embargo, si el público ve continuamente protestas e inconformidad por parte de muchas personas en contra del aborto, no les quedará más remedio que decir: "¿Por qué protestan? ¿Qué es lo que está tan mal? ¿Por qué tantas personas siguen indignadas?" Viendo el sacrificio que hacemos soportando calor y frío, lluvia y nieve, soledad y ridículo por horas y horas, tendrán que preguntarse si realmente el aborto es peor de lo que ellos piensan. Posiblemente despierten de su letargo.


.4 Tenemos que salir a las calles porque el aborto es un fenómeno local. Deben seguir esfuerzos y peticiones ante el gobierno, aunque los abortos no se realizan en los salones del Congreso; ocurren al doblar de la esquina en la calle en que vivimos, trabajamos y nos recreamos. La matanza se lleva a cabo en las comunidades locales, y son las comunidades locales las que deben asumir la responsabilidad de dar fin a la matanza. Los residentes locales deben hacer constar su desacuerdo, y es en las calles donde puede hacerse con mayor visibilidad. Nosotros, los partidarios pro-vida, no debemos perder la paz porque hay políticos pro-aborto sentados en el Congreso ; ¡debemos perder la paz si somos nosotros los que nos quedamos sentados en nuestras casas!


5 Las actividades en las calles son valiosas no sólo por lo que hacen al público, sino también por lo que hacen a los propios partidarios pro-vida. Cuando una persona expresa públicamente sus convicciones, estas convicciones se fortalecen en su interior. Si alguien presenta la verdad en la calle, o permanece en oración frente al lugar donde se está llevando a cabo la matanza, esta persona se percata más profundamente de la urgencia de la batalla y la realidad del problema. Además, las actividades de la calle ayudan a reclutar activistas pro-vida. (más detalles a continuación).


6 La presencia pro-vida en las calles es más importante que nunca. Los pro-aborto no sólo le dicen que no a la vida; también tratan de silenciar nuestro sí. Ahora es el momento de aumentar e intensificar nuestras actividades en las calles y no retroceder. La mejor forma de defender nuestros derechos es ejercer estos derechos sin miedo. Este es el momento de demostrar a quienes se oponen a nosotros que no podrán intimidarnos impidiendo que hablemos a favor de lo que es correcto.
Los Distintos Tipos de Actividades de Calle
La presencia de los partidarios pro-vida en la calle tiene diferentes formas. Es importante que los individuos y grupos pro-vida tengan una idea clara de las distintas actividades, y que estén al tanto de los propósitos y procedimientos específicos de cualquier evento que organicen o en el que participen.


La lista siguiente no es exhaustiva, pero ilustra algunos de los principales tipos de presencia en la calle. La lista no está en orden de importancia, ni efectividad o recomendación.


1 Marchas. Cada marcha reúne a un grupo de partidarios pro-vida que atraviesan un pueblo o ciudad por la acera o por la calle. En lugar de concentrarse en un solo lugar, cubren un territorio mayor, con el propósito de despertar el interés del público sobre el aborto. En estas marchas se utilizan estandartes y letreros muy eficazmente. También pueden utilizarse carrozas y caravanas de automóviles pro-vida.
2 Cadenas de Vida. En las Cadenas de Vida, los partidarios pro-vida forman una sola línea, a varios pies de distancia unos de otros, a lo largo de una calle o carretera, todos sosteniendo letreros similares provistos por los dirigentes de la Cadena Nacional de Vida. Los letreros dicen: "Los Abortos Matan Niños", "Adopción la Noble Opción", "Jesús Perdona y Sana", y "El Aborto Daña a la Mujer". La Cadena de Vida puede tener un largo desde algunas cuadras a varias millas, y generalmente dura de una a dos horas. Su propósito es que el público esté consciente de lo que es el aborto, y su ubicación puede ser cualquier calle o carretera pública, donde el público pueda ver el mensaje. Algunas comunidades están organizando Cadenas de Vida todos los meses.
3. Vigilias de Oración. En las vigilias de oración, los partidarios pro-vida se reúnen para elevar a Dios sus corazones y sus voces rogándole que ponga fin a los abortos, que salve a los bebés y a las madres, y que conceda la conversión de los abortistas y de toda la sociedad. También se pueden hacer en lugares públicos como parques, monumentos, o edificios cívicos. Los católicos usualmente incluyen el Rosario en estos eventos. La vigilia puede tener otras muchas formas, con proclamaciones de las Escrituras, salmos, himnos, letanías y sermones. Algunas vigilias de oración se hacen sin letrero alguno, concentrándose en una presencia de oración para rogar por la Gracia de Dios para la protección de las criaturas, la salvación de las madres, para asegurar que los bebés que mueren no están solos.
4 Piquetes. El piquete comprende un grupo de partidarios pro-vida que se dirige a una institución específica y/o un personaje público que ofrece o apoya los abortos. Se utilizan letreros, y los participantes usualmente caminan de un lado a otro frente al lugar señalado. Los piquete se efectúan frente a las fábricas de abortos y los hospitales que realizan abortos, así como las oficinas y residencias de abortistas y de personajes públicos pro-aborto, en los eventos para recaudar fondos para beneficio de la industria del aborto, y otros varios. Aquí el enfoque es no sólo lograr que el público esté consciente de la matanza de niños y del apoyo que le presta una persona o institución determinada, sino también presionar a la persona o institución para que se arrepienta. En el caso de oficinas de abortistas o de hospitales, los pacientes que acuden por razones legítimas probablemente desconozcan la matanza de bebés que se lleva a cabo en esos lugares, y al ver el piquete buscarán otro lugar para su atención médica. Con frecuencia, las actividades de piquetes son causa de cancelación de contratos de alquiler de oficinas.
5 Consejeros al Aire Libre. Cuando los partidarios pro-vida se encuentran en las cercanías de las fábricas de abortos, pueden dirigirse con compasión a las mujeres que acuden en busca del aborto, exhortándolas para que no lo hagan. Se les pueden ofrecer otras alternativas, y los trabajadores pro-vida deben estar dispuestos a llevar a la mujer al centro de crisis de embarazo más cercano. Se ofrece literatura destacando la humanidad de la criatura, el daño que el aborto le hace a la madre, y las alternativas con que cuenta. El consejero al aire libre por lo regular dispone de muy poco tiempo para exponer una o dos verdades que eduquen a la mujer sobre realidades del aborto que ella desconoce. Muchas mujeres que se dirigen a la fábrica de abortos todavía titubean sobre su "elección", y algunas tienen la secreta esperanza de que alguien las convenza para no seguir adelante. La asesoría al aire libre puede efectuarse por sí sola, o en conjunto con vigilias de oración, piquetes o rescate.
Es importante que el consejero al aire libre trate de hablar con la mujer que sale después de un aborto, al igual que antes de entrar, ya que alrededor del 40% de los abortos son por segunda vez. La mujer que acaba de abortar su criatura debe saber que podemos ayudarla a encontrar sanación. También debe saber que puede llevar a los tribunales al abortista si sufre daños por el aborto.
6 Rescates. El rescate se concentra en intervenir directa y pacíficamente para evitar que la criatura caiga bajo los instrumentos que le van a quitar la vida. Los trabajadores pro-vida obstruyen las entradas a la fábrica de abortos con sus cuerpos o con otros objetos. Cuando la policía trata de apartarlos, permanecen inertes y de ese modo se niegan a abandonar a las criaturas a punto de morir. Mientras se despeja el acceso a la entrada, los consejeros pueden exhortar a las madres para que salven a sus hijos. Los rescates no son actos de desobediencia civil ni protestas para llevar un mensaje al público; más bien son esfuerzos para salvar a seres a punto de perder la vida. Violar la ley del derecho de entrada para evitar una muerte está moralmente justificado en esta y otras circunstancias.
7 Reparto de Literatura. La distribución de literatura siempre ha sido una forma eficaz de educar al público. Hay gran cantidad de volantes pro-vida que pueden repartirse en las aceras públicas o colocarse en los automóviles o en las puertas de los residentes del lugar.
8 Clases. Es preciso educar al público acerca del aborto. En las clases, un grupo de trabajadores pro-vida se reúne en una esquina o cualquier local público y discute en alta voz el problema del aborto, utilizando un podio, letreros educativos, posiblemente un equipo de vídeo, y literatura para distribuir. La clase va más allá de llevar letreros y repartir literatura, porque presenta a los oyentes una explicación de los hechos y oportunidad de preguntar.
9 Otras Actividades. Las posibilidades de la presencia pública pro-vida son ilimitadas, según la imaginación y voluntad de los trabajadores pro-vida. Existen otras muchas formas pacíficas muy efectivas que pueden aplicarse para llevar el mensaje a las calles. Es preciso dar rienda suelta a las ideas, y esto es distinto a planificar, pues no tiene limitaciones, olvidando lo que sea práctico o razonable y permitiendo a las ideas que broten libre y espontáneamente. Ya más tarde se les dará forma.

Reclutando para Actividades de Calle
Planear un evento es una cosa y conseguir participación es otra.
Lograr que las personas salgan a la calle es un reto porque requiere que los participantes dejen su "zona cómoda", es decir el tipo de actividades y circunstancias en las que pueden funcionar confortablemente. Pedirles que salgan a la calle representa algo nuevo y que asusta a muchas personas
El temor puede vencerse en gran parte ayudando a las personas a comprender la naturaleza y propósitos de estas actividades. La ignorancia y la parcialidad de los medios de comunicación confunden al público acerca de la verdadera naturaleza del activismo pro-vida, y por este motivo muchas personas buenas confunden las actividades violentas y pacíficas.
Es necesario ofrecer una educación cuidadosa sobre los eventos que se planean. Por medio de videos, o medios similares se ayuda al público a que vea por sí mismo en qué consiste el evento y qué se espera de ellos.
La clave más efectiva para fomentar la participación es invitar al público. El contacto personal y directo es la forma más efectiva. Una llamada personal por teléfono es más efectiva que una nota por correo, un volante o un anuncio en el periódico, aunque éstos también son necesarios. Es imprescindible mantener contactos con otros grupos y dirigentes. Las iglesias también deben participar (ver a continuación).
Las actividades en la calle ofrecen una oportunidad magnífica para reclutar nuevos trabajadores para el movimiento pro-vida. Posiblemente una marcha o una Cadena Pro-Vida sea la única actividad en que participan las personas en el transcurso de un año, y es preciso mantener datos. Deben conseguirse los nombres, direcciones y teléfonos de todos los participantes en cada evento. De este modo, los organizadores pueden comunicarse con ellos para eventos futuros. También es importante hacerle saber a los participantes que son necesarios y esperados.
Cuando se consigan los nombres y datos, hay que hacer seguimiento. Es muy efectivo darle las gracias a cada persona por participar, y una llamada por teléfono pidiendo ayuda personal para un proyecto da muy buen resultado. El público debe saber exactamente por qué es importante que participe en el movimiento. En lugar de una pregunta general como "¿Quiere participar (o seguir participando)?, debe preguntarse "¿Puede hacer este trabajo para un proyecto específico? Necesitamos sus aptitudes."
A veces las personas lucen interesadas un día y no así al día siguiente. Esto no debe desalentar al reclutador pro-vida. Todos tenemos nuestros días buenos y malos. Manteniendo contacto frecuente con un activista nuevo o potencial el reclutador puede fomentar y mantener nuevos trabajadores comprometidos.

Activando a las Iglesias
Los mejores defensores de los niños por nacer son las personas que van asiduamente a la iglesia. Los párrocos tienen un papel clave en motivar a sus feligreses para que se acabe la matanza y convertir a toda la nación en contra del aborto. Los párrocos tienen el deber de predicar la verdad en el púlpito y animar a sus feligreses para que lleven la verdad a la calle.
Los trabajadores pro-vida deben acercarse regularmente a sus párrocos y animarlos a que hablen y actúen en contra del aborto. Deben felicitar al párroco cuando actúe, y recordarle con suavidad y firmeza si no lo hace. Un enfoque efectivo es que dos o tres trabajadores pro-vida con experiencia se reúnan con el párroco para:
1) decirle lo valiosa que es su participación;
2) explicarle la motivación y experiencia que ellos tienen en el movimiento pro-vida;
3) ponerlo al día acerca de la situación del movimiento en el presente;
4) comprometerse a cooperar en proyectos específicos que puedan organizarse en la iglesia local;
5) solicitar el apoyo y dirección del párroco para uno o más de estos proyectos, o para cualquier otro que él sugiera. El enfoque en este tipo de reunión no debe ser: "Señor párroco no está haciendo lo que debe." sino más bien: "Señor párroco, tiene nuestro apoyo en todas sus actividades pro-vida. Vamos a trabajar juntos!"

Un Deber Inalienable
El derecho a la vida es un derecho inalienable. El Estado no lo otorga ni puede eliminarlo.
De igual modo, el deber de defender la vida es inalienable. El Estado no lo otorga ni puede eliminarlo. El deber de decir la verdad es inalienable. El deber de romper el silencio y salir a la calle es inalienable.
Los trabajadores pro-vida están llamados a rechazar toda violencia en sus actividades. Este movimiento siempre ha sido pacífico, y está muy consciente que nunca vamos a recurrir a la maldad para lograr un bien.
Este es el momento de actuar. Los trabajadores pro-vida tienen que salir a la calle y a los lugares públicos para despertar al público a la injusticia y la violencia del aborto, y tener la certeza que esta maldad no se cubre bajo una falsa paz que permite que el aborto sea parte normal del paisaje. Los trabajadores pro-vida tienen que salir a la calle y a otros lugares públicos para poner en conocimiento de la industria del aborto que ahí estaremos hasta que dejen de matar a los bebés y explotar a las mujeres. Tenemos que hacer saber a los medios de comunicación que no pueden ignorarnos, y alertar al gobierno que el público desea cambios y los desea inmediatamente. Si el Gobierno recibe sus justos poderes del consentimiento de los gobernados, ha llegado el momento para que nosotros, los gobernados nos enfrentemos a la matanza de niños diciendo: "¡abortar es matar!" Este mensaje debe resonar donde todos puedan oírlo y nadie pueda ignorarlo. La responsabilidad de dar fin a la matanza corresponde al público, y el público debe expresar su voluntad abiertamente. Nuestro mejor medio de comunicación es la calle.

2 comentarios:

  1. aca en Rosario no se mueven los provida son unos pecho frio, nunca los vi entregando volantes no se movilizan y si lo hicieran yo me anoto

    ResponderEliminar
  2. Los grupos Pro Vida nos estuvimos movilizando para impedir que el Concejo se pronuncie a favor del aborto, estuvimos yendo al concejo, repartimos volantes, paramos semáforos con carteles Pro Vida, etc. Si te interesa participar, mandanos un mail a: grupoceciliaperrin@gmail.com y te avisamos para la próxima actividad! Saludos!
    GRUPO CECILIA PERRIN

    ResponderEliminar

Compartí con nosotros y nuestros lectores tu opinión!