domingo, 8 de noviembre de 2009

Qué fue el Tucumanazo pro vida


Hoy hace dos semanas estaba yo en Tucumán participando del XXIV Encuentro anual de Mujeres (debe recordarse que antes se llamaban "autoconvocadas"), éramos muchas mujeres de diversos puntos del país, nunca tantas como 20.000 según han difundido fuentes de las organizadoras.
No fue un Encuentro más, fue un Encuentro durante el cual las voces del odio fueron sofocadas por las voces del "Amor", un Encuentro en el que -como nunca antes- se pudieron escuchar conclusiones que definían el aborto como un "asesinato", donde se afirmaba que la única familia que reconocemos es la formada por "un varón, una mujer y los hijos que procreen" .
Realmente las corrientes izquierdistas que organizan estos Encuentros, se llevaron una sorpresa, no esperaban que, nada menos, en Tucumán, una Provincia chica, con una capital chica, se levantara la voz del elogio a la vida y la condena a la cultura de la muerte con tal volumen.
Ellas -las de siempre- fueron violentas, soeces y pretendieron ser sacrílegas, como lo han sido en otros lares, pero no pudieron, hubo una movilización (que yo nunca antes ví) de católicos que se plantaron con la oración y el agua bendita como única arma impidiendo que esas mujeres llegaran hasta las iglesias firmemente custodiadas, Avemaría, tras Avemaría, por varones, jóvenes y menos jóvenes, por mujeres jóvenes y menos jóvenes pero todos comprometidos con la defensa de los Intereses de Cristo y de María.
He visto fotografías que han circulado por los más distantes lugares de la República y, ellas me son testigo, de que no exagero cuando califico a la masa endiablada que surcó algunas calles de Tucumán con consignas ofensivas y blasfemas de movilización diabólica. La primera de las fotografías que recibí (primera en el orden) es de una mujer que aparece tendida en el piso mientras unos hombres (camilleros) se acercan. Bien esa mujer tiene 83 años y una vida fecunda su Fe la llevó al Encuentro y la tiraron de la silla, le fracturaron una muñeca,. pero ella resistió, porque sabe con la sabiduría de los que han vivido con coherencia su fe, que eso era lo que tenía que hacer por Dios , en aquel momento. Les cuento: era un taller donde se debatía acerca de la legalización del aborto (pretendida por toda la organización del Encuentro), como no les era totalmente favorable, en materia de opiniones, dicho taller, decidieron -y así lo hicieron-desalojar a todas las que tenían opinión contraria a la legalización de semejante crímen. Pero la tucumana, abuela digna, se aferró a su silla y, no tuvieron mejor decisión que arrojarla con violencia.
Otras fotos son las de las escenas que se repiten todos los años: desfilar frente a cuantas iglesias católicas sea posible entonando consignas soeces y haciendo todo tipo de gestos obcenos. Pero de esas columnas se desprendieron grupos de mujeres que habían sido arrastradas al Encuentro sin saber que se agraviaría a Dios y a la Iglesia, algunas llorando y pidiendo disculpas, mujeres de San Luis que se pusieron a rezar el Santo rosario con los defensores de las iglesias, mujeres de Jujuy, que no tenían ni comida ni abrigo y que fueron engañads, para hacer número.
Siempre esperan (las provocadoras que los ferreos custodios de iglesias (varones y mujeres) respondan a sus provocaciones y, nunca como en Tucumán, tuvieron una respuesta tan contundente, por la enorme cantidad de personas que formaban una gruesa muralla humana que iba desde el cordón de la vereda hasta las rejas del templo y, por la incesante repetición de Avemarías que, como en Lepanto, le dieron el triunfo a la cristiandad.
Me restan dos comentarios, mejor tres: el Señor Arzobispo, Monseñor Villalba, un verdadero Pastor, con mayúscula organizó una movilización de cristianos, sencillamente conntundente en su respuesta y disciplinada en sus movimientos; la Autoridad Pública, léase el Sr. Gobernador, se comportó como un tucumano de bien y protegió los templos con sus hombres y mujeres policías en primera línea, sabiendo cuan caro es al pueblo de esa Provincia el sentimiento católico; la última consideración o el último comentario, es una pregunta: porqué en Argentina ha prendido tan fuerte el movimiento gay-lésvico?. Yo tengo una sola respuesta: Argentina fue uno de los países de América Latina con una infiltración marxista de las mayores y más impunes que se hayan visto. Nunca se combatió la plaga marxista-mahoista en el territorio de la política con grandeza, salvo la Iglesia no ha habido una voz coherente que advirtiera que la putrefacción avanzaba y se propagaba; ese es el piso sedimentado que han encontrado los miembros de la cultura de la muerte que hoy gritan fuerte para que cada vez sean más los niños asesinados en el seno materno y...van por más. La ideología del género se ha apoderado de las pizarras a las que miran nuestros niños y de las cátedras a las que acuden nuestros muchachos.
Una última mención para la organización impecable de los religiosos y laicos tucumanos para enfrentar semejante encuentro, a todos ellos hermanos míos en la Fe, toda mi gratitud por su fuerza y su ejemplo.
Una vez más en voz muy alta repitamos la consigna de aquellos días: VIVA LA VIDA, EL ABORTO ES UN ASESINATO.

Esto lo afirmo yo, que lo viví.

Dra. Nereida Brumat Decker
abogada pro vida
Rosario
Fuente: www.conmiradademujer.com.ar


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