Miguel Títiro (Los Andes)
Una bebé recién nacida fue encontrada a la salida del Frank Romero Day. Estaba desnuda y ensangretada. Se recupera en el Notti.La abandonaron en los cerros y una policía la amamantó para salvarlaFue un milagro de Vendimia. Vanessa Farías tiene una bebé de 5 meses y cuando vio a la recién nacida abandonada no dudó en darle de comer (Adriana Ojeda)La fiesta de la Vendimia 2009 será recordada por haber ofrecido un buen espectáculo en el Teatro Griego; pero de manera determinante, por el milagro ocurrido en los cerros.Una bebé recién nacida fue encontrada por personas del público, que habían presenciado “Cosecha de esperanza”, en el sector oeste de la serranía que bordea al Teatro Griego y puesta en manos de un grupo policial mixto, una de cuyos integrantes le empezó a dar el pecho, maniobra que seguramente le salvó la vida.La pequeña apareció desnuda, y luego de ser recogida por sus iniciales salvadores, fue transferida a los brazos de la auxiliar Alejandra Vanessa Farías, quien la amamantó hasta que la criatura llegó al hospital pediátrico Humberto Notti, donde fue estabilizada. Antes de que fuera tomada del suelo pedregoso, su llanto fue confundido con el maullido de un gato, y pasaron minutos antes de que alguien se asomara hasta donde provenía el ruido.
Fue una chica y unos amigos, que luego declararon en la Fiscalía N° 2, en la comisaría 6a. También ellos fueron determinantes en esta asombroso rescate de una muerte segura.Pero la heroína de la madrugada que daba comienzo al Día Internacional de la Mujer fue Vanessa Farías. Tiene 22 años, revista en la Unidad Especial de Patrullaje de Maipú, y es madre de Mayra, una niña de 5 meses.La joven oficial había pedido a sus superiores ser destinada a algún punto cercano del escenario, porque nunca había presenciado la Fiesta, pero se le ordenó apostarse en el sector donde arribaban los taxis y remises. De no haber estado en ese punto, junto a su compañera Carolina Páez, tal vez el desenlace hubiera sido otro.“Al terminar el espectáculo, incluidos los fuegos de artificio, y en medio de la gran desconcentración del público, nos enteramos por la radio policial que había sido hallado un recién nacido. Nos mezclamos entre la gente y dimos con tres policías que traían al niño (en ese momento no se conocía su sexo)”, contó la servidora, quien ayer atendió no menos de 20 llamados telefónicos de medios de prensa.Por la cantidad de gente que salía del Teatro Griego, era difícil avanzar. El grupo de uniformados subió a un taxi y la chiquita fue transferida a los brazos de Vanessa, quien ya había comunicado a su mando que iba a amamantarla, por cuanto lo hace regularmente con su hijita, producto de la unión con otro policía, Fernando Silva (32).Pese al insistente sonar de la bocina y los desesperados gestos de policías en tierra y los que iban en el vehículo de alquiler, el viaje hasta los Portones del parque General San Martín, donde aguardaba una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado, “duró una eternidad”, aunque en realidad fueron 15 minutos.“La nena estaba débil, ensangrentada, tenía todavía el cordón umbilical y sus manitos y pies fríos; pero yo notaba la succión, se alimentaba, y eso me llenó de un gozo muy difícil de explicar, a pesar de que estaba tiritando de nervios.Ahora me doy cuenta de que estaba salvando una vida”, contó la joven funcionaria, quien se enlistó en la fuerza, para seguir los pasos de Leonardo, su hermano mayor. Una vez que la niña y sus salvadores ascendieron al vehículo sanitario, el traslado al Notti fue rápido.Eran aproximadamente las 2.30 del domingo. Varios minutos después del hallazgo en los cerros, comenzó a llover y la temperatura bajó considerablemente. En esas condiciones, la nenita no hubiera sobrevivido, con toda seguridad. Anoche la bebé se encontraba internada en el Notti, con un peso de 2,600 k y aparentemente en buen estado.El médico Hipólito Filice, pediatra con 35 años de experiencia, dijo que “la policía le dio el mejor alimento a la bebé, su propia leche, y con ella le transfirió defensas y anticuerpos para que siguiera viviendo”. Vecinos de la policía quieren que Vanessa sea el nombre de la pequeña, aunque también otros la quieren bautizar Candela, como la nueva Reina de la Vendimia.
Fue una chica y unos amigos, que luego declararon en la Fiscalía N° 2, en la comisaría 6a. También ellos fueron determinantes en esta asombroso rescate de una muerte segura.Pero la heroína de la madrugada que daba comienzo al Día Internacional de la Mujer fue Vanessa Farías. Tiene 22 años, revista en la Unidad Especial de Patrullaje de Maipú, y es madre de Mayra, una niña de 5 meses.La joven oficial había pedido a sus superiores ser destinada a algún punto cercano del escenario, porque nunca había presenciado la Fiesta, pero se le ordenó apostarse en el sector donde arribaban los taxis y remises. De no haber estado en ese punto, junto a su compañera Carolina Páez, tal vez el desenlace hubiera sido otro.“Al terminar el espectáculo, incluidos los fuegos de artificio, y en medio de la gran desconcentración del público, nos enteramos por la radio policial que había sido hallado un recién nacido. Nos mezclamos entre la gente y dimos con tres policías que traían al niño (en ese momento no se conocía su sexo)”, contó la servidora, quien ayer atendió no menos de 20 llamados telefónicos de medios de prensa.Por la cantidad de gente que salía del Teatro Griego, era difícil avanzar. El grupo de uniformados subió a un taxi y la chiquita fue transferida a los brazos de Vanessa, quien ya había comunicado a su mando que iba a amamantarla, por cuanto lo hace regularmente con su hijita, producto de la unión con otro policía, Fernando Silva (32).Pese al insistente sonar de la bocina y los desesperados gestos de policías en tierra y los que iban en el vehículo de alquiler, el viaje hasta los Portones del parque General San Martín, donde aguardaba una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado, “duró una eternidad”, aunque en realidad fueron 15 minutos.“La nena estaba débil, ensangrentada, tenía todavía el cordón umbilical y sus manitos y pies fríos; pero yo notaba la succión, se alimentaba, y eso me llenó de un gozo muy difícil de explicar, a pesar de que estaba tiritando de nervios.Ahora me doy cuenta de que estaba salvando una vida”, contó la joven funcionaria, quien se enlistó en la fuerza, para seguir los pasos de Leonardo, su hermano mayor. Una vez que la niña y sus salvadores ascendieron al vehículo sanitario, el traslado al Notti fue rápido.Eran aproximadamente las 2.30 del domingo. Varios minutos después del hallazgo en los cerros, comenzó a llover y la temperatura bajó considerablemente. En esas condiciones, la nenita no hubiera sobrevivido, con toda seguridad. Anoche la bebé se encontraba internada en el Notti, con un peso de 2,600 k y aparentemente en buen estado.El médico Hipólito Filice, pediatra con 35 años de experiencia, dijo que “la policía le dio el mejor alimento a la bebé, su propia leche, y con ella le transfirió defensas y anticuerpos para que siguiera viviendo”. Vecinos de la policía quieren que Vanessa sea el nombre de la pequeña, aunque también otros la quieren bautizar Candela, como la nueva Reina de la Vendimia.
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