Un misionero en Angola: "Los que vivimos en África sabemos que el Papa tiene razón"

Marcelo Madueña, salesiano argentino, lleva en Angola desde 1993. Ahora es el rector del Centro Don Bosco de Estudios Superiores, donde se imparten las carreras de filosofía y Ciencias de la Educación adscritas a la Universidad Católica angoleña. Dolido por el falso debate creado por algunos medios de comunicación, constata él que sobre todo en España, sobre las declaraciones del Papa en Camerún, puntualiza que su discurso no era sobre el preservativo, sino sobre el valor de la verdadera sexualidad humana, tan importante en el mundo de la juventud, también, por su puesto, de la africana.

Es verdad que, aunque fuera del contexto, el Papa ha dicho que los preservativos no son la solución. Y dice este misionero experto en antropología y cultura africanas, tiene razón. Tiene razón el Papa porque el primer y más inmediato efecto de las campañas del preservativo, aquí como en todas partes, consiste en promover la promiscuidad sexual, no la responsabilidad. La solución no sólo ante el SIDA sino ante tantos otros problemas como este, está en la educación de las personas, sobre todo de los adolescentes y de los jóvenes, una educación integral, que integre el verdadero sentido de la afectividad y de la sexualidad. Además, dice, es alarmante ver como se invierte desde el norte tanto esfuerzo y dinero en programas de esterilización y de reparto de preservativos en África, mientras nadie invierte en investigación de la malaria y el paludismo, ni en el abaratamiento de las vacunas existentes, que es la causa principal de mortalidad en no pocos países africanos como éste.
Para el rector del CEBES, tanto el crecimiento de la promiscuidad sexual como el del aborto en este país se deben a la “nueva colonización” de África, es la colonización cultural de un relativismo europeo que genera actitudes que van en contra de la verdadera cultura africana, una cultura que se sostiene toda entera en el valor sagrado de la vida. La otra causa, en gran parte creada también por Occidente, es el aumento de la miseria, muy distinta a la pobreza. La pobreza propia de la sociedad tradicional africana no tiene nada que ver con la pobreza del hacinamiento en las grandes ciudades, que lleva no sólo a la miseria material, sino también a la moral.
De todos modos, dice don Marcelo, la visita del Papa no tiene nada que ver con esa polémica prefabricada. Se trata de una visita en la que el pueblo angoleño desde mañana, como el de Camerún de estos días atrás, pueblos con una profunda religiosidad y espiritualidad, vibra porque el Papa viene a bendecirles. Y para los africanos, no sólo los católicos, que un hombre de Dios venga a bendecirles, a bendecir su tierra, es algo muy serio, hasta un punto tal que nosotros los occidentales secularizados no somos capaces ni de imaginar.